El parque Villa Gregoriana, a los pies de la acrópolis, dominado por los templos del III-II siglo A.C., fue construido en el 1834 por Papa Gregorio XVI, después de la desviación del río Aniene, que produjo la gran cascada. La presencia de restos arqueológicos, ruinas de varias épocas, excepcionales elementos naturales, grutas y miradores lo vuelven un parque de gran valor ambiental, histórico y artístico...
Aquí desde siempre los tiburtinos veneran a "su" Virgen, la Virgen de Quintiliolo.
El parque, a los pies de la acrópolis, fue construido en el 1834...
Situado acerca del supuesto Templo de la Sibila Albunea...
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