El canal está formado por la confluencia de dos riachuelos que representan respectivamente el Tíber y el Aniene, provenientes de la pared rocosa del fondo; el primero surge de una caverna en la que está colocada la estatua del Tíber, el segundo, en cambio, desciende en esplendorosas cascadas desde la base de la estatua que representa el Aniene.
Desde el puente se pasa a la terraza de Rometta, de donde se levanta una estatua de Pedro de la Motte, que representa Roma guerrera con yelmo y asta, al lado están la Loba Capitolina y un amorcillo sin cabeza. Progresivamente, como en un anfiteatro, se encuentran en el extremo las ruinas de los templos, de las basílicas y de los monumentos. Este conjunto constituye un rincón muy sugestivo al que se debe el nombre de Rometta.
Actualmente las pequeñas construcciones casi no existen, debido a la acción destructora del tiempo y a la demolición de una parte del complejo (que comprendía entre otros el Coliseo, el Capitolio y el Arco de Tito), demoliciones efectuadas por razones de seguridad. Sin embargo, Rometta posee todavía el inestimable don de las aguas que constituyen una revelación de pura belleza.