Hipólito II d'Este, cardenal de Ferrara, hijo de la famosa Lucrecia Borgia y de Alfonso d'Este, fue el ideador y constructor de Villa d'Este. Nacido en 1509, hizo una rápida y espléndida carrera eclesiástica y diplomática que alcanzó su apogeo cuando, siendo cardenal, fue nombrado Protector de Francia en la corte de Francisco I.
En el Cónclave de Julio III fue nombrado Gobernador de Tívoli, y aceptó el cargo, si bien la naturaleza independiente y rebelde de los tiburtinos lo hacía poco apetecible, pues pretendía servirse del mismo como trampolín para su futuro camino.
Otro motivo que impulsó a Hipólito a ocupar el cargo fue la existencia de las ruinas de las numerosas villas romanas, que, comenzando por la del Emperador Adriano, y continuando por la de Oracio, de Quintilio Varo, de Cassio, de Bruto etc., le permitirían realizar interesantísimas excavaciones.
Tomó posesión de su cargo el 9 de septiembre de 1550, aclamado por el entusiasmo popular de costumbre y la habitual deferencia de los ciudadanos más importantes.
Hombre habituado al fasto, al lujo y a la riqueza de las cortes, no podía adaptarse a vivir en un Palacio de Gobierno que era, en realidad, un convento de monjes adaptado a su nueva función; por otra parte, esto no
entraba en sus planes. Ideó entonces la construcción de una villa en el campo idéntica al grandioso palacio que estaba construyendo en Monte Giordano, Roma.
A diferencia de este palacio que se iba a utilizar para las recepciones destinadas a suscitar y consolidar las valiosas amistades urbanas, la villa en el campo, sin embargo, ofrecería un acogedor descanso agreste en un lugar apartado, que permitiera establecer los acuerdos oportunos después de unas charlas más largas y meditadas.
Hipólito II reflexionaba lentamente, pero, según el uso de los mejores diplomáticos, era de rápida decisión: así nació Villa d'Este. Tras una breve enfermedad murió en el año 1572, asistido solamente por unos pocos siervos. Fue sepultado en la Iglesia de Santa María la Mayor de Tívoli, que limita con la Villa que él había amado tanto.
Aquí desde siempre los tiburtinos veneran a "su" Virgen, la Virgen de Quintiliolo.
El parque, a los pies de la acrópolis, fue construido en el 1834...
Situado acerca del supuesto Templo de la Sibila Albunea...
Patrocinio Comune di Tivoli
Assessorato al Turismo