Desde el patio se accede al apartamento superior, o viejo, compuesto por una decena de habitaciones.
Las salas de este apartamento, que servía de vivienda al Cardenal Hipólito II d’Este, están adornadas con frescos de Livio Agresti y de muchos de sus discípulos.
Las más notables son el Salón Mayor en el centro, y el contiguo Dormitorio del Cardenal de Ferrara con un espectacular cielo raso artesonado de madera, obra del flamenco Bolingier, decorado por el escudo de la Casa Estense con la divisa de Hipólito II (un águila blanca agarrando las manzanas del jardín de las Hespéridos) y el lema "Ab insomni nin custodita dracone'.
Sigue una sala destinada probablemente a biblioteca y estudio privado, y finalmente se llega a la capilla, precedida por una antecapilla que, amorosamente restaurada en 1928 por los cuidados de Attilio Rossi, cuenta con un bellísimo friso, ejecutado por Emilio Notte, que consiste en un fresco que retrata las antiguas corporaciones de artes y oficios y otros temas y alegorías.
Los frescos de la Capilla son del famoso artista Girolamo Muziano y de otros artistas y reproducen profetas, sibilas y escenas de la vida de la Virgen.
Sobre el altar está la Virgen llamada de Reggio, obra de Ludovico Agresti. Los estucos del siglo XVIII que decoran la Capilla son de buena factura. Con la Capilla termina el ala izquierda del apartamento. Volviendo a la Sala Central se puede ir hacia la derecha, donde hay otras cinco salas (VI-X) que completan la galería pictórica.
El apartamento tiene dos terrazas, una en la Sala Central y otra al fondo del corredor. Las dos se asoman sobre la campiña romana, que ofrece el esplendor y el encanto de su paisaje.
Desde el apartamento de Hipólito II se vuelve al patio y, desde éste, a través de dos escaleras de escalones anchos y cómodos, se desciende al piso inferior.
Aquí desde siempre los tiburtinos veneran a "su" Virgen, la Virgen de Quintiliolo.
El parque, a los pies de la acrópolis, fue construido en el 1834...
Situado acerca del supuesto Templo de la Sibila Albunea...
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