Mucho más abajo, aún sobre el eje central, surge la tosca estatua de la Sibila Tiburtina (Albunea) que sostiene en la mano un amorcillo que simboliza Tívoli. La obra es de Giglio della Vellita, artista flamenco. A la derecha y a la izquierda están las representaciones en mármol de los ríos Aniene y Ercolano, los ríos de Tívoli, de Giovanni Malenca.
Cierra la escenografía rupestre, es decir la superior de la fuente, una terraza rodeada por una balaustrada de mármol, que se abre en el medio para dar lugar a las ondas que se rompen pesadas y cristalinas, formando una ruidosa cúpula ácuea.
La pileta en la cual se precipita la breve cascada tiene como fondo un hemiciclo de pilares y nichos que simulan un ninfeo. En los nichos hay estatuas de ninfas sosteniendo cántaros de los cuales fluye el agua. Son obra de Giovan Battista della Porta inspirado por Pirro Ligorio.
En el medio de la pileta hay una gran concha con las valvas abiertas, que originariamente se encontraba en la pileta del cercano Órgano Hidráulico. En las arcadas del ninfeo están los habituales lirios franceses y águilas estenses representadas en mosaico, pero en muy mal estado. El parapeto de la pileta está revestido por cerámicas de colores muy vivos con detalles del blasón de la Casa d'Este. Frente a la fuente hay mesas con pies romanos y dos estatuas de estuco con sus correspondientes nichos. Los seculares plátanos que se encuentran en este gran espacio, embellecen admirablemente el conjunto.