Recientemente han sido recuperados numerosos chorros, que forman un círculo en torno al altísimo y potente chorro de agua, que se lanza contra el cielo y llena la atmósfera de sonoros y furiosos chisporroteos.
La Fuente fue ideada y construida por Pirro Ligorio, que según su costumbre, creó antes que nada una masa arquitectónica de gran efecto.
De hecho, las dos armoniosas escalinatas que rodean y abrazan a la Fuente, unen muy equilibradamente distintos planos de altimetría y de perspectiva.
Además de constituir una notable afirmación arquitectónica, la Fuente es también una joya escultórica, y se distingue de las demás por una particular gracia.
Donde terminan las dulces elipses de las escalinatas, yace una anchísima pileta de forma también elíptica, y en medio surge el grupo de los cuatro dragones alados, con las cabezas levantadas y las fauces pavorosamente abiertas.
Las esculturas son muy expresivas y están impregnadas de un vivo realismo. En el centro, detrás de la Fuente, entre dos parterres de césped se encuentra un bello ninfeo, originariamente adornado con valiosas estatuas.