Santuario de la Fortuna Primigenia

Son varios los santuarios romanos del Lacio, como el santuario de Hèrcules Victor de Tivoli o el santuario de Júpiter Anxur de Terracina, pero el más espectacular será el de Praeneste, en la actual Palestrina, ejemplo más señero de los edificios helenísticos a base terrazas. Situado en el foro, donde también se halla el templo de Júpiter Emperador, el majestuoso santuario (siglo II a. C.), que domina todo el centro habitado, ocupaba toda la superficie de la actual ciudad.
El santuario es dedicado a la diosa Fortuna Primigenia (que significa "generadora y nodriza" de los dioses), a diosa-madre itálica muy venerada por las gentes y recuerdata da Cicerón (De div. 2,85). En el santuario había un oráculo que hacía sus vaticinios por sorteo (sortes Praenestinae).


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En los años 88-82 a. C. se produce la ruina total: durante la llamada "guerra civil", el santuario y toda la ciudad quedaron brutalmente arrasados por la cólera de el general y político romano, Lucio Cornelio Sila y hubieron de ser reconstruidos con posterioridad, en cumplimiento del voto que Silla habìa hecho a la diosa Fortuna al ecomandarle sus empresas.

En 1945, durante la II Guerra Mundial, un bombardeo aliado destruyó las construcciones renacentistas que estaban construidas encima el resto del santuario. La campaña de excavación arqueológica siguientes ha dado ocasión de obtener una idea completa de todo el conjunto.


Ingrandisce foto El Palacio Barberini-Colonna

El Santuario construido con formas romanas muestra Cuatro terrazas y stoas o pórticos de época helenística.
La parte inferior, cercana al Foro luego dos terrazas sobre muros de contención de Praeneste, tenía un edificio formado por una especie de basílica de 4 naves, de la cual se desconoce su función. A la derecha de la Basílica se alzaba un templo con un mosaico de peces y a la izquierda, otro templo parejo, donde estuvo el antro del oráculo con el mosaico nilòtico).

Sobre este espacio inicia, en la zona baja, seguían luego dos terrazas sobre muros de contención con aparejo poligonal. Dos rampas se juntaban en el centro de la terraza siguiente, la terraza de los hemiciclos, donde se alzaba un altar y se hundía un pozo rodeado de vistoso brocal.
Una escalera conducía de esta a la terraza superior que se ahonda y convierte en una plaza porticada como preparación a la cávea, la parte más monumental y escenográfica, enmarcada por un pórtico semicircular. Este graderío, daba acceso a su vez, a otro porche semicircular, columnado, tras el cual, se erigía un templo menor en forma de tholos griego donde se colocaba la estatua de la fortuna.
Esta original solución indica que los soldados de Sila repobladores de la nueva Praeneste convirtieron el santuario de Fortuna en un monumento a su victoria.

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