La poderosa construcción de sujeción de cuatro pisos, necesaria a causa de los desniveles sobre los que apoya la explanada del Pecile, presenta numerosas pequeñas habitaciones abovedadas, posiblemente celdillas para los esclavos, denominada Cento Camerelle (Cien Cuartitos).
Estos "cento camerelle" eran muy modestos, claramente porque eran las viviendas del personal de servicio, lo que se entiende por la presencia de letrinas. Sin embargo algunos entornos, cerca de la calle transitable, también fueron utilizados como almacenes para conservar todo lo que se necesitaba en la villa.
A los "camerelle" se accedía por una única abertura sobre galerías externas. Estos entornos eran extremadamente pobres: el suelo era de madera y la luz muy escasa proviniendo de la única puerta-ventana.
Aquí desde siempre los tiburtinos veneran a "su" Virgen, la Virgen de Quintiliolo.
El parque, a los pies de la acrópolis, fue construido en el 1834...
Situado acerca del supuesto Templo de la Sibila Albunea...
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