La planta octogonal caracteriza también el vestíbulo de la plaza de oro al noreste en el lado menor. Presenta sobre los distintos lados nichos semicirculares y rectangulares alternados, excepto en dos lados, uno al norte y otro al sur, que están abiertos para servir de zona de paso. Está recubierto por una cúpula a estrella con un ojo central, bastante bien conservada, apoyada sobre ocho columnas en las esquinas.
En un pequeño apartado lateral perteneciente al vestíbulo, se conservan algunos de los mejores mosaicos del suelo de la Villa formados por minúsculos baldosines perfectamente colocados. Este primer peristilo se encuentra a una buena distancia del núcleo de la residencia o palacio imperial, conjunto de edificios que tiene su avanzada en el cuatripórtico con estanque, adosado a la falda de la modesta altura que lo supera. El estanque al que debe su nombre está caracterizado por esmerados detalles: en la pared del fondo se abrieron unas cavidades en las que se colocaban los pescadores aficionados huéspedes del palacio. En la pared anterior de la poderosa construcción se abren grandes terrazas panorámicas, que se asoman sobre la campiña romana.
La tipología de los entornos, la presencia de juegos de agua, el empleo extensivo del mármol, prueban que esta zona era atada estrechamente a las funciones públicas del edificio. La sala también mantuvo su prestigio después de la muerte de Adriano, como testimonia el hallazgo de retratos imperiales de los Severos.