Colocar en un cesto las habas. Cortar en lonchas el pecorino, típicos queso de la zona cercana de Roma, y distribuirlo en un plato. Servir todo los ingredientes en la mesa.
Más que una entrada, las habas y el “pecorino” representa uno de los orgullos de la tradición romana: en repetidas ocasiones termina siendo una comida entera, por el hecho de que es enviciador y se come siempre en abundancia.
Colocar en un cesto las habas. Cortar en lonchas el pecorino, típicos queso de la zona cercana de Roma, y distribuirlo en un plato. Servir todo los ingredientes en la mesa.
Aquí desde siempre los tiburtinos veneran a "su" Virgen, la Virgen de Quintiliolo.
El parque, a los pies de la acrópolis, fue construido en el 1834...
Situado acerca del supuesto Templo de la Sibila Albunea...
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